El ejercicio debe adaptarse a las cualidades físicas de las personas. El sedentarismo no implica, por tanto, que no se haga ejercicio en absoluto.Una semana cualquiera implica que pasemos entre 40 y 50 horas en el trabajo. Casi todo ese tiempo lo pasamos sentados. El sedentarismo en estado puro. Hay maneras de evitarlo y vamos a darte las claves para conseguirlo.

El cuerpo humano está hecho para estar en movimiento y, sin embargo, nuestra rutina diaria hace que estemos sin movernos demasiado tiempo. La tecnología ha hecho avanzar a la humanidad. Nos ha quitado trabajo.

Tienes que intentar estar en movimiento. Por eso te recomendamos que utilices media hora cada día en hacer ejercicio físico. Ya te hemos comentado en otras ocasiones que la actividad física activa tu cuerpo, mejorando la resistencia de músculos y huesos. Todo esto tiene que estar adaptado al objetivo que persigues. Hazlo de manera progresiva y constante para evitar lesiones.

Una de las cosas que puedes hacer es caminar. Si dejas tu coche lejos de donde estas o te mueves por la oficina cada vez que puedas tendrás ganada la primera batalla contra el sedentarismo. Aunque la guerra no termina aquí y te vamos a explicar el motivo.

Evita los ascensores. Subir escaleras a pie es una acción sencilla que produce muchos beneficios. Prueba con subir 30 o 40 escalones por minuto, en 3 tramos de 30 segundos. Si lo haces 9 o 10 veces al día serás menos sedentario. Además, cada vez que subas 10 escalones quemarás 4 calorías.
El salto con cuerda es un ejercicio sencillo para alejar el sendentarismo de tu rutina de vida y puedes incluirlo en los 30 minutos de ejercicio recomendados.

Las actividades que evitan el sedentarismo deben adaptarse a la persona. El objetivo es que disfrutes y te diviertas. De esta manera conseguirás la regularidad requerida. Es un hábito que has elegido porque te gusta. Así serás regular casi sin proponértelo.

El sedentarismo (ya lo tendrás claro) es la némesis de nuestra naturaleza. Debes intentar moverte cada vez que tengas ocasión. En la oficina recoge documentos y levántate para hablar con los compañeros. En casa procura moverte y no delegues tareas para evitarlo