Yogur

Yogur

La fermentación de la cual es producto el yogur genera cientos de millones de organismos probióticos que reforzarán tu sistema inmunológico.  Aún así, no todos los yogures son iguales: asegúrate que en la etiqueta ponga “cultivos vivos y activos”.

Pruébalo así:

Añade arándanos, nueces, semillas de lino o miel a tu yogur. Los que son bajos en grasa, además, también son ideales para aderezar ensaladas y salsas cremosas.

Smoothie:

Mezcla 1 taza de yogur bajo en grasa, 1 de arándanos frescos, otra de jugo de zanahorias y una última de espinacas frescas para conseguir un batido rico en nutrientes.

Alternativas:  Kéfir, yogur de soja.

Espinacas

Espinacas

Verdes y frondosas, las espinacas son una auténtica fuente de ácidos grasos omega-3 y ácido fólico. En este sentido, te ayudarán a prevenir las enfermedades relacionadas con el corazón, derrames cerebrales e incluso problemas de huesos como osteoporosis. Además, el folato que contienen aumenta el flujo de sangre hacia las extremidades inferiores, ayudándote a combatir los problemas sexuales derivados de la edad. Las espinacas también tienen mucha luteína, un compuesto que combate la degeneración macular.

¿Cuánto tomo?

Una taza de espinacas frescas o media taza de verduras cocidas al día.

Pruébalas así:

Añade espinacas a tus ensaladas o agrégala a los huevos revueltos. Otra idea es poner un poco encima de tu pizza marinera unos minutos antes de sacarla del horno.

Alternativas: Col rizada, lechuga romana.