La fermentación de la cual es producto el yogur genera cientos de millones de organismos probióticos que reforzarán tu sistema inmunológico. Aún así, no todos los yogures son iguales: asegúrate que en la etiqueta ponga “cultivos vivos y activos”.
Pruébalo así:
Añade arándanos, nueces, semillas de lino o miel a tu yogur. Los que son bajos en grasa, además, también son ideales para aderezar ensaladas y salsas cremosas.
Smoothie:
Mezcla 1 taza de yogur bajo en grasa, 1 de arándanos frescos, otra de jugo de zanahorias y una última de espinacas frescas para conseguir un batido rico en nutrientes.
Alternativas: Kéfir, yogur de soja.